PLEGARIA PARA MI GENTE AMIGA
Dedicado a usted
POR VIDAL NAVEAS DROGUETT
Quiero comentar que hace unos días atrás, apareció una nota en las redes sociales sobre una mancha en el suelo – al parecer aceite, agua o combustible en una calle de Caldera – y que la gente la asoció con la imagen del Padre Negro – la mítica y otrora figura que desde los cielos eternos – siempre está cuidando a los atacameños.
Bueno, el caso es que desde aquel día pensé – “esta es una premonición” e inmediatamente me dije – voy a subir la foto inédita que tengo desde hace tiempo.
Si, es la imagen del sacerdote colombiano que hizo tantos milagros en nuestra región, es una nueva foto del Padre Negro ¡Y quiero compartirla con ustedes!
Solo espero que, aquellos creyentes la compartan con su familia, sus amistades, sus vecinos o con quienes quieran compartirlas, incluso, con los agnósticos de siempre, para atenuar un poco el miedo que nos está invadiendo.¿Miedo?…
¡Si! ¡Ya sé que no es miedo por nosotros, es por los demás! Nosotros no tenemos miedo, porque tenemos claro que estamos de paso por esta tierra, tierra de la que fuimos creados. Pero si tenemos temor por los demás, por aquellos que no distinguen lo bueno de lo malo, esos que viven sin Dios ni Ley; aquellos que llegado el momento duro, corren a buscar en el botiquín de hierro enmohecido, la sanidad de su corazón.
Por ello – espero de los que no creen – tener un poco de respeto. Respeto por si mismo, por sus padres, sus hermanos, amigos, compañeros o vecinos y lógicamente quienes más han sido bombardeados con granadas de miedo. Nuestros viejos, nuestros abuelos.
Y para aquellos que viven en tranquilidad y comunidad con el Supremo Hacedor, con esta imagen mantengan la Fe; adquieran la iluminación para vivir la sanidad espiritual; y obtener la entereza proverbial de alejar la peste; sobrellevar las precariedades económicas; y mantener sus empleos u ocupaciones, cuestiones tan necesarias en estos días del consumo excesivo.
EL PADRE NEGRO
Extrañamente, el Padre Negro está considerado como el mejor hacedor de milagros en nuestra región de Atacama, así lo dicen los miles de testimonios de sanación y cura de enfermedades, y otros tantos de gratitud, por favores concedidos presentes en donde esté su figura o imagen.
Y si todos los atacameños, conocemos y sabemos de la calidad de hombre que fue este sacerdote. ¿Qué están esperando los devotos – que viven de y para la Iglesia Católica – nombrarlo beato de ésta?
Crisógono Sierra y Velásquez, El Padre Negro, está sepultado en el Mausoleo del Niño Jesús de Praga – Cementerio de Caldera, y sigue recibiendo a diario la visita de los promesantes y peticionarios que llevan una oración, una flor o una vela, para pagar en parte lo pedido.
Por lo oscuro de su piel fue popularmente conocido como El Padre Negro. Montado en su caballo blanco, a pie o en tren, recorrió minas, caletas, haciendas, y todo lugar poblado existente en la antigua provincia de Atacama, impartiendo los sacramentos, en una misión evangelizadora, que muchas veces fue criticada hasta por la superioridad de la Iglesia.
El Padre Negro nació en el pueblo de Robledo, Medellín, Colombia, el 11 de febrero de 1877, y murió en el puerto de Caldera, el 3 de julio de 1945. De familia acomodada, estudió medicina, ingeniería y leyes, pero su vocación religiosa y su perseverancia le permitieron ser aceptado como estudiante seminarista en Bélgica, a los 33 años de edad. Fue ordenado sacerdote el 20 de agosto de 1916.
Llegó a Chile en 1920 y a Copiapó en 1921, alcanzando gran popularidad por su sentido del humor y el color oscuro de su piel. Era común escuchar sus bromas por su color moreno aceitunado. El tono de mi piel es como el hábito franciscano, solía responder a las bromas. Me mandaron a Copiapó por negro, era otro de sus dichos.
Junto a su avasalladora personalidad, el Padre Negro se caracterizó por su laboriosa acción constructora de capillas y de decenas de cruces en los diversos cerros de Atacama.
El Padre Negro, ofició misas en todas las capillas venideras desde Carrizal hasta Chañaral y en la zona minera, desde Cerro Blanco hasta Pueblo Hundido.´La falta de religiosidad de este pueblo minero lo motivó a construir la ahora tradicional cruz del cerro Chanchoquín, que fue inaugurada por el Obispo de la Diócesis de La Serena, don José María Caro, en 1938. Desde lo alto bendijo a los copiapinos, calderinos, pueblohundianos y todos los atacameños, particularmente a quienes le ayudaron a levantar los símbolos que acompañan a estas ciudades.
El sacerdote, con sus proféticas palabras, aumentó las actividades marianas de los chinos bailantes, muchas de sus homilías se convirtieron en leyendas, siendo mitificada hasta hoy su actuación en el terremoto en 1922.
En 1925 fue trasladado como párroco de Caldera. Sin embargo, continuó su misión itinerante, recorriendo diariamente las caletas de pescadores o construyendo sus cruces y capillas. En este puerto, con ayuda de algunos vecinos, levantó un santuario que denominó Gruta de Lourdes, pero la voluntad popular terminó por llamarle la Gruta del Padre Negro, lugar de peregrinación habitual y atracción turística.
Aun después de su muerte, miles de fieles lo veneran y aseguran haber sido favorecidos por milagros de este enigmático y popular franciscano.


