REVISANDO LA HISTORIA DE ATACAMA : HOY MONUMENTO A LAS GLORIAS DEL REGIMIENTO ATACAMA

Cuando el Presidente don Domingo Santa María González, llegó al gobierno en el año 1881, quiso tener un acercamiento con los miembros del Partido Radical, partido nacido en Copiapó, el cual a la fecha contaba con un creciente número de diputados entre sus filas.Santa María, después de haber sufrido el exilio en 1851, fue elegido diputado por La Serena, en el periodo 1858-1861, y no terminó su periodo, por haber sido desterrado a Magallanes, por su participación en la Guerra Civil de 1859.

En Copiapó, los radicales cada día aumentaban y la construcción de un monumento alusivo a los participantes de la Guerra del Pacífico, se hacía imperiosa.En la construcción del Monumento Atacama, hubo un claro llamamiento de los próceres radicales para su consecución.Don Guillermo Matta Goyenechea, al término de su discurso de bienvenida a las tropas provenientes de la guerra, aquel día 25 de marzo de 1881, dijo: –Hazañas tan memorables, como las que han enriquecido las leyendas guerreras de la Patria, nunca podrán olvidarse–. Un año antes, el 12 de marzo de 1881, una Comisión, había sido la encargada de hacer los preparativos, para la recepción del Regimiento Atacama proveniente de la guerra.En esta comisión de autoridades atacameñas, compuesta de respetables ciudadanos, estaban los nombres de Santiago Toro Lorca, Manuel Antonio Matta, Manuel Antonio Torreblanca, Luis Vicente Larrahona, Olegario Olivares, Hilarión Marconi, Andrés S. Ossa, Lupercio Rodríguez, Olegario Arancibia, José Pérez Herrera y Liborio Sierralta, todos con una clara tendencia radical y constituyentes. Varios participaron anteriormente en la Revolución de 1859.Un año después, el 12 de Marzo de 1882, se formó el Comité Pro Monumento a Los Héroes de Atacama en la Guerra de Pacífico.

La Comisión Pro Monumento, tenía un Comité Asesor que, justificaba los informes de don Diego Barros Arana, Ignacio Domeiko, el General Marcos Maturana, don Ramón Allende Padín y don Miguel Luis Amunategui.Se reunió un grupo de personajes públicos, intelectuales, militares y comerciantes, con la premisa que la construcción del monumento, partiría como una idea de las mujeres de Atacama. Por tanto se invitó a esta reunión, a las señoras María Teresa Cuadros de Martínez, esposa del Comandante General de Armas e Intendente de la Provincia de Atacama, don Arístides Martínez y más tarde, Senador de la República.María Teresa Cuadros, era hija de Teodosio Cuadros, ex Intendente de La Serena, un político con una fuerte tendencia radical.También estaba, doña Manuela Goyenechea Julio de Manterola, esposa de José Martín Manterola Paraná, comerciante de Valparaíso y Copiapó, el cual tenía una Botica y Droguería en la calle Atacama de Copiapó. Manuela era hija de José Ramón Ignacio Goyenechea de la Sierra y Mercado; prima de Manuel Antonio Matta y Pedro León Gallo. Otra dama presente, era doña Carolina Ossa de Baz, esposa del Cónsul Argentino en Copiapó, don Gervasio Baz, quien ayudó a numerosos emigrados y se quedó a vivir en Copiapó por largo tiempo. Regresó a su Patria, para recibir una pensión otorgada por el Congreso Nacional Argentino.Y doña Elba Tomlin de Caravantes, esposa de un conocido Constituyente, el ingeniero Anselmo Caravantes, quien fuera Gobernador de Elqui en 1847 y experto fundidor de metales. Fundió los primeros 16 cañones de bronce que se fabricaron en Chile y las famosas monedas constituyentes. Activo participante de la Revolución de los Mineros de Atacama.El 8 de Octubre de 1883, Día Aniversario del Combate de Angamos, se celebró el contrato de construcción, con el ilustre escultor José Miguel Blanco.El Monumento Atacama, iba a ser encargado a Europa, cuando el Intendente de la Provincia, señor Arístides Martínez, tuvo la oportunidad de recibir una propuesta del escultor chileno, para prestar sus servicios en la obra.Para la construcción del monumento, se hizo el llamamiento para una colecta, la donación colectada por la Provincia de Atacama, fue de once mil pesos.

Tras casi dos años de trabajo, el artista santiaguino viajó a Copiapó y entregó personalmente la obra que le había sido encomendada y lista para su inauguración.El Monumento, que tiene cerca nueve metros de elevación, desde la base hasta la coronación de la estatua, representa a una robusta mujer de tamaño grandioso, coronada por una diadema de gloria.En su mano derecha tiene una espada y en la izquierda una corona de laureles del triunfo. La arquitectónica del monumento es de mármol y mide seis metros. En ésta, están unos relieves que representan el Desembarco de Pisagua y la Batalla de los Ángeles. En cada vértice hay una alegoría menor a La Minería, La Agricultura, El Comercio y La Guerra, hecha en los establecimientos de Mr. Corbeaux.Los medallones retratos de los principales 16 oficiales, sacrificados por su heroismo, fueron fundidos en la Escuela de Artesanos y Oficios.En la base y alrededor del monumento están grabados los nombres de todos los soldados inmolados.Para su fundición se ocuparon cañones de bronce, traídos del Perú.INAUGURACIÓNLa Ceremonia de Inauguración, se hizo el 18 de Septiembre de 1885, y estaban presentes las más altas autoridades de la provincia. Eran las dos y media de la tarde, cuando salieron desde la Municipalidad de Copiapó, el Intendente y Comandante General de Armas de Atacama, don Manuel Carrera Pinto, su Secretario, don José María Grove; el Primer Alcalde don José Ramón Rojas, el 2° Alcalde Elías de la Cruz y el 3° Alcalde Samuel Mandiola, estaban además, el señor Juez Letrado, don Luis Vicente Larrahona; el Senador por Atacama, Joaquín Rodríguez Rosas; los Diputados Abraham Koning y Enrique Mc Iver; los Gobernadores y Alcaldes de la Provincia; el Directorio de las Señoras Pro Monumento; el Directorio del Cuerpo de Bomberos; la Sociedad de Instrucción Primaria; la Sociedad de Artesanos; la Sociedad Musical; la Sociedad Italiana y una comitiva integrada por Oficiales del Ejército.Se destacó el fogoso discurso pronunciado por el joven historiador Pedro Pablo Figueroa y el del señor Carlos María Sayago. Se escucharon más hermosos que nunca los acordes del himno “Adiós al Séptimo de Línea”, que era el himno oficial del Regimiento Esmeralda Nº 7. El autor de esta grandiosa marcha es el músico copiapino, Gumersindo Ipinza González, que a su vez dirigía la banda.

Este Monumento que, ha resistido los embates de la naturaleza (terremotos de los años 1918 y 1922), fue cambiado de lugar en el año 1987. Ya no se encuentra mirando la ciudad por calle Atacama, como en su primera ubicación, sino con vista a la Cripta de Los Héroes.El monumento descrito en esta columna, sufrió el acto más artero de su historia, el haberse perdido misteriosamente su espada en la década de los 80. Nunca hubo una investigación sobre el hecho.Amigo lector, te pido por favor si vas a tomar una de las fotos aquí expuestas, tal vez podrías citar de donde la sacaste. Y si vas a jugar a las adivinanzas, por favor no la rayes poniendo tu nombre o cualquier literatura. Se ve mal la foto, tanto, como la acción.Está permitido compartir completamente el articulo. Es público.

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