julio de 2020, Santiago, Chile. Fundación PRODEMU junto a 25 agencias y programas de
Naciones Unidas, instituciones de gobierno, instancias de cooperación internacional, centros de
investigación, organizaciones de la sociedad civil y entidades privadas de toda América Latina
lanzaron hoy la quinta edición de la campaña “#MujeresRurales, mujeres con derechos”.
La campaña internacional de comunicación busca reconocer el liderazgo, las capacidades y las
necesidades urgentes de las mujeres rurales, indígenas y afrodescendientes de la región, ante la
pandemia de COVID-19.
La directora nacional de PRODEMU Paola Diez Berliner destacó el rol central que juegan las
mujeres rurales en la producción, abastecimiento y comercialización de alimentos durante la
pandemia del COVID-19. “Las mujeres rurales no han dejado de trabajar para responder a las
demanda de alimentos en las ciudades y en sus comunidades, y también a la necesidad de
alimentar a sus propias familias”.
Desde 1992 que PRODEMU a través del programa Mujeres Rurales trabaja para superar las
desigualdades y limitaciones estructurales de las mujeres para acceder a recursos productivos,
como la tierra, el agua, financiamiento, seguros y capacitación, además de las diversas barreras
para llegar a los mercados.
En América Latina y el Caribe, donde el hambre ha crecido a 47,7 millones de personas en 2019
–cifra que podría llegar a casi 67 millones para 2030, incluso sin considerar el impacto de la
pandemia– la quinta edición de “#MujeresRurales, mujeres con derechos” busca difundir
información y propuesta de soluciones para la situación de las mujeres rurales, con énfasis en su
seguridad alimentaria y nutricional, en la reducción de la pobreza y en la eliminación de la
violencia.
La campaña “#MujeresRurales, mujeres con derechos” busca visibilizar a las mujeres como
guardianas e impulsoras del desarrollo, en línea con el principio de la Agenda 2030 de Desarrollo
Sostenible de no dejar a nadie atrás. Entre las instituciones que participan se encuentra ONU
Mujeres, PNUD, el Banco Mundial, ALMA (Alianza de Cónyuges de Jefes de Estado) y la
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO.
